lunes, 28 de mayo de 2012

Presencia II

Como todos los días, fue el último en sentarse para almorzar. Como todos los días, se sentó en el lugar que tenía asignado: entre el padre y la hermana. Como todos los días, utilizó el cuchillo y el tenedor a modo de elementos de percusión. Sus padres y su hermana, una vez más, oyeron con placer aquellos sonidos. Ninguno de los tres lo vio.

16 comentarios:

  1. Muy bueno, Leo. Final sorpresa, pero nunca sacado de la manga.

    Un abrazo.

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    1. Gracias, Manolo!
      Qué bueno que te haya gustado.
      Nos seguiremos leyendo, como siempre.
      Un abrazo.

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  2. Me agrada que coincidamos en temática esta semana, Leo.

    Me gusta tu forma de plasmar esa ausencia, ya desde el título, que apuesta por su contrario.

    Un abrazo,

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    1. Es cierto, Pedro. Son ideas muy similares pero con títulos que se contraponen (y se complementan).
      Gracias por pasar y comentar.
      Un abrazo.

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  3. Me gustó mucho lo sutil del relato y cómo la reacción de la familia es tranquila y pacífica. Muy bueno.

    Saludos!

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    1. Gracias, Melvin.
      Sí, creo que eso es lo que hace a la fuerza de este texto: la naturalización de lo sobrenatural.
      Gracias por la visita.
      Abrazo!

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  4. Sesiones espiritistas a la hora del almuerzo pueden no ser aptas para una adecuada digestión.
    Saludos

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    1. Jajaja!
      Seguramente algún retorcijón se habrán llevado.
      Gracias por pasar, Alejo.

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  5. Saludos, Leo, te comunico que escogí tu blog como uno de mis favoritos en la iniciativa Liebster Blog. En mi última entrada aparece una reseña y las instrucciones sobre cómo ahora tú puedes reseñar cinco blogs que te gusten.

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  6. Gracias, Melvin!
    Qué linda sorpresa.
    Ya voy a poner manos a la obra para elegir los míos.
    Un abrazo grande!!

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  7. Primero me inquietó el dato del cuchillo, pensé que rumbearía para otro lado. Por eso me gustó la sorpresa del final.
    Beso

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  8. Gracias, Giselle!
    No se me había ocurrido agarrar por el lado del cuchillo pero no es una mala idea para hacerle una versión.
    Nos seguimos leyendo!
    Beso.

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  9. Impresionante final el que le has dado a este relato. Enhorabuena

    un fuerte saludo

    fus

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    1. Gracias, Fus, por tu comentario. Y bienvenido por acá.
      Un gran abrazo!

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  10. Como ya te he comentado en el Vendaval, me gustó mucho tu relato. Ese final me pareció nada sobrenatural, sino de lo más normal.

    Un abrazo desde mi mar,

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    1. Gracias, Yashira!
      Creo que eso es lo que más atrae de la literatura fantástica: cuando logra que lo cotidiano y lo extraño convivan con naturalidad, que los vaivenes de uno al otro sean más parecidos a los giros sutiles de la cinta de Möbius que a portales sobreseñalizados.
      Gracias por pasar y por comentar, tanto acá como en el Vendaval.
      Un abrazo.

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