martes, 22 de septiembre de 2015

Desayuno

Y esta mañana, como siempre, la muy hija de puta bajó del techo y se metió por la ventana mientras yo desayunaba. Esta vez, traía en la boca una paloma degollada que todavía movía las alas espasmódicamente. Me dio tanta impresión...  
Y... los gatos de por sí son cazadores. Y las gatas más todavía.  
Ojalá te estuviera hablando de mi gata.

5 comentarios:

  1. ¡Uf, menos mal! Y yo que pensé que se trataba de una araña... pero esta "gata", evidentemente, no se queda atrás...

    Muy buena micro.

    Cariños,
    Mariángeles

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    1. Muchas gracias, Mariángeles!
      Es así. Sea lo que sea, no se queda atrás (ni tampoco en el techo).
      :-)
      Abrazo.

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  2. Bueno, los cazadores también tienen pichones que alimentar. ¡Bien, Leo!

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    1. :-)
      Así es, Laura. Cada unx con su forma de vida.
      Muchas gracias!
      Va un abrazo.

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