Acá podés leer mis microficciones, en las que apuesto a la ficción (valga la redundancia) pura y cruda.
Espero que te gusten y bienvenidos sean tus comentarios.
lunes, 14 de enero de 2019
Tortura feliz
Desde entonces, cada almuerzo y cada cena (y cada segundo de sus vidas) tuvieron que comer y comer y comer perdices. Y aun peor: ni por un instante pudieron dejar de sonreír.
La tortura tuvo una variación, reír y reír y seguir riendo.
ResponderEliminarJaja. Eso está muy bien.
EliminarSaludos desde Guadalajara de Buga, Colombia
ResponderEliminarwww.guillercastillo.blogspot.com
Saludos, Guillermo. Gracias por pasar, leer y comentar.
EliminarAmo tus micro ficciones. Gracias por escribir
ResponderEliminarQué bueno, Carlos! Muchas gracias por leer y comentar! Va un abrazo grande.
EliminarJajaja ¡Ácido! Me encantó
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