lunes, 19 de marzo de 2018

Contractura crónica

El traumatólogo le advirtió que si no hacía un tratamiento fisioterapéutico, la contractura que tenía podía volverse crónica. Ella no le hizo caso.  
Tres reencarnaciones después, seguía contracturada, cada vez más dolorida.

2 comentarios:

  1. Con todas esas contracturas insiste en seguir viviendo, ese es el karma de la incredulidad.
    Saludos desde Guadalajara de Buga, Colombia.
    http://www.venitecuento.blogspot.com

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    1. Saludos, Guillermo!
      Jajaja. No lo había pensado así y me gusta la lectura que hacés: su mayor terquedad no fue no tratarse, sino seguir reencarnando.
      No conocía tu blog. Ahora voy para allá.
      Abrazo va.

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