Como había hecho tantas veces, preparó el baño para su tía y se dispuso a espiarla. Pero esta vez era diferente: él ya había cumplido los dieciocho años. No salió al patio para mirar por la ventana. Se quedó adentro, oculto tras la puerta del baño.
Cuando la tía sumergió su desnudez en la espuma, él se abalanzó. Ella lo recibió con una sonrisa y le dijo al fin.
Esto es "hacerse grande" a los bifes... jaja. Muy bueno, Leo, me gustó mucho. Abrazo. Juan Romagnoli.
ResponderEliminarNunca mejor dicho: hacerse grande a los bifes.
EliminarGracias, Juan!
Qué bueno que te haya gustado.
Es un texto al que le tengo un cariño particular y que no sabía qué recepción iba a tener.
Abrazo!
Habría sido una larga espera para tía y sobrino, seguramente.
ResponderEliminarIngenioso texto, estupendamente resuelto.
Saludos.
Gracias, Omar.
EliminarY bienvenido por estos lados.
Me alegra que te haya gustado el texto.
Un abrazo!
está genial, me gustan las cosas que escribís, saludos
ResponderEliminarGracias, Alejandra.
EliminarBienvenida por acá.
Un abrazo!