El león desobedece. Salta y la ataca. El público, sorprendido, no alcanza a entender si eso es o no parte del acto. Algunos aplauden tímidamente. Los niños gritan horrorizados. El animal se prende con fuerza del cuello de la mujer hasta dejarla exánime, tendida en el suelo.
No fue correspondido el amor de la domadora zoofílica.
Buenísimo, Julio!
ResponderEliminarMuchas gracias!
Ahora me voy para El definido.
:-)
Queremos zoofilia con Maria...
ResponderEliminarJajaja.
Eliminar¿Quién serás?
De todos modos, la María dice que no, que sólo conmigo.