Mi hermana menor y yo caminamos por la playa. Vamos a encontrarnos con papá. Hace años que no lo vemos y la emoción nos ha puesto nerviosas. Pero nos damos aliento y seguimos. Ya lo divisamos. Está contemplando el ocaso junto con su novia y su hijita nueva.
Nos ponemos frente a sus narices y, mirándolo a él, comenzamos a cantarle una canción, como hacíamos de niñas. Papá se pone pálido. Para completar la sorpresa, mamá y mi hermana mayor se acercan por detrás de ellos tres y disparan, eliminando a las que sobran.
Así se resuelve un microrrelato de alto vuelo irónico.
ResponderEliminarMuchas gracias, Natalia!
EliminarQué bueno que te haya gustado.
:)